En el escándalo de las comisiones millonarias por la compra de mascarillas en Madrid, salen a la luz nuevos detalles, como los mensajes de audio que reflejan la tensión entre el comisionista y su contacto en el Ayuntamiento madrileño por esa polémica y dudosa operación.Alberto Luceño recurrió a un auténtico repertorio para convencer al Ayuntamiento de su supuesta honradez. Les envió fotos del honorable empresario malayo, ahora en paradero desconocido, que les vendía el material sanitario, por cierto de nombre San Chin Choon.